thePencil.org as vezes no silêncio da noite
miércoles, 13 de junio de 2007
Utopia

"ELLA ESTÁ EN EL HORIZONTE. ME ACERCO DOS PASOS, ELLA SE ALEJA DOS PASOS. CAMINO DIEZ PASOS Y EL HORIZONTE SE CORRE DIEZ PASOS MÁS ALLÁ. POR MUCHO QUE YO CAMINE, NUNCA LA ALCANZARÉ. ¿PARA QUÉ SIRVE LA UTOPÍA?. PARA ESO SIRVE: PARA CAMINAR".


Esta frase la tomé prestada del blog de Javier (lo recomiendo para que le echen una leída). Es de Eduardo Galeano y resultó muy inspiradora. Tanto, que hasta la dediqué a alguien que día a día me hace creer más en ella.
Ya estoy caminando, y junto a él resulta mejor.



 
posted by Nita Mussa at 18:31 | Permalink | 8 comments
domingo, 3 de junio de 2007
Paréntesis
Estos días de frío descomunal me han llevado a estar más tiempo en casa, disfrutando de momentos hogareños en los que redescubrí quehaceres que tenía abandonados: volví a sentarme muchas horas en el balcón a mirar por la ventana y por las tardes pesqué mi mantita y me acurruqué en un rincón del sillón a ver algo de televisión.

En eso estaba cuando pillé por casualidad una película chilena llamada ‘Paréntesis’, un drama romántico protagonizado por Francisco Pérez-Bannen (Camilo) y que cuenta con la actuación de Sigrid Alegría (Pola), Carolina Castro y Luis Gnecco .

La historia narra la rutinaria vida de Camilo y su agónica relación con su novia Pola, quien llena de dudas decide proponerle un ‘paréntesis’ para que ambos tengan tiempo de pensar y reflexionar acerca de la vida que están llevando juntos.

Ahí me quedé pegada y me puse a pensar en la cantidad de veces que he decidido tomar paréntesis. Ya sea para pensar, para escapar, para reinventarme, para confirmarme o acabar con algo.

Muchas veces en medio de una relación tormentosa, cuando sentía que todos los caminos conducían al fin y era evidente que la situación no tenía más vueltas que dar, decidíamos ‘hacer un paréntesis’, ‘tomarnos un tiempo’ y así retomar el asunto con las cosas más claras.

Ahora creo que ese período confuso no era más que un escape cobarde para no enfrentar lo obvio.

Incluso las veces en que ese paréntesis no era para finalizar un noviazgo, sino que para intentar ser amigos, diciendo ‘está bien, separémonos un tiempo, para que ambos superemos esto y luego podamos ser amigos completamente’. Y todo lo dicho en verdad nunca se cumplía. Solo era un auto convencimiento para saber que algo se hacía al respecto.


Pero tanta cháchara para darme cuenta que esas propuestas que nos invitan a ‘darnos tiempos’ o a hacer una tregua llegan tan a menudo y tan espontánamente que ni cuenta nos damos.

Muchas veces sin proponérnoslo estamos viviendo nuestra propia tregua y aparecen personajes que jamás imaginamos, nuestra vida toma un giro inesperado y absolutamente todo cambia. Vivimos un nuevo día a día, gozamos con otros motivos y abrazamos a nuevos amantes.

Ya avanzado el tiempo, nos hemos acostumbrado a ese ritmo reciente, a esas sonrisas desconocidas y al actual guión que interpretamos. Y ahí ataca de nuevo, cuando todo eso se nos vuelve a escapar de las manos, así, igual de violento como llegó y desaparece, otra vez, las sonrisas, sus besos y las caras amigas.

Al igual que la Avellaneda que aparece en La Tregua de Benedetti: todo lo que pareció una vida entera, una novela completa, no fue más que un capítulo, un paréntesis.

Sin más, todos los días la vida tiene pequeños instantes en que lo apostamos todo sin saber si se tratará de un nuevo comienzo o de un breve espacio en que todo será distinto.

La cotidianidad está llena de paréntesis, pero de esos genuinos, que se conjugan solos. Los otros, los impuestos, no son más que ilusiones del autoengaño al que nos lleva la desesperación de querer escapar.

Y la verdad es que con eso no escapamos, estamos más que nunca sumergidos en esa cruda realidad diaria.


(todo esto puede ser el resultado de una semana en cama, días de fiebre y una influenza no del todo controlada, solo eso...)

Etiquetas: , , ,

 
posted by Nita Mussa at 20:51 | Permalink | 3 comments