
No nos cortarán las manos
No romperán nuestros dientes
No nos arrancarán los ojos
No nos golpearán por la espalda
Ni mucho menos nos asesinarán impunemente
Porque si nos cortan las manos
Nos rompen los dientes
Nos arrancan los ojos
Nos golpean por la espalda
Y nos asesinan impunemente
Renaceremos en el México rebelde
En el nehuén de los Andes del sur
En el Sahara sobreviviente
En el Amazonas multicolor
En el Bagdad de las mil y una noches
En lo más alto de Machu Picchu
En los cocaleros quechuas
En cada uno de los millones de desplazados
En el África con K
Y en cada digno campo de refugiados
No!
No desapareceremos
No con/sin la humanidad
(Al heorico pueblo de Gaza)
Hay algo de Benedetti en las palabras que publicaste. De inmediato me hizo recordar el poema "No te salves" del maestro:
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Y creeme, que por Palestina, que nunca desaparecerá, habemos muchos que no nos salvaremos.
Un fuerte abrazo, y a seguir creciendo y avanzando...