Me enfurece todo
Me enfurece que las calles estén vacías, aún cuando hay personas caminando en ellas
Me enfurece la luna dibujada a medias, dejando a su otra mitad fría y oculta
Me enfurece esta sociedad y su burla a la conciencia
Me enfurecen los pájaros que no me cantan nada nuevo
Me enfureces tú
También esa distancia y tu indiferencia
Extraño mi nuca en tu hombro y aquella lealtad
Me enfurece que ya no seamos los mismos
Y que todo avance sin medida
Me enfurece ver al niño descalzo sin respuesta en las limosnas
Sin una gota tibia ni un manto de consuelo
Me enfurece esta noche, que aunque está estrellada no conforta mis espacios vacíos
Me deprime la mugre que la injusticia deja a su paso
Me enfurece que mis manos ya no puedan crear tu escultura
Del mismo modo, no soporto esta inseguridad y las dudas que pisotean mis talones
Tampoco puedo permitir esta suerte que no he buscado y que al fin de cuentas manda
No me deja de enfurecer el no tener tu sonrisa ahora y sentirme abandonada, aún cuando yo haya llamado a ese abandono
Me enfurecen mis lágrimas rebeldes, que inundan mis párpados mientras camino en ascenso y secan mi garganta y mis sueños
Me enfurece esta manía de no tener las cosas claras y mucho menos un plan en el bolsillo
La condescendencia de todos ante algo tan notorio y aberrante
La inmovilidad de actos y la ausencia de pancartas
Al fin de cuentas sigo siendo un caso perdido
Que cree en lo ya olvidado y se desgasta sin sentido
Creo en las palabras y trato de tomar un solo camino, pero me equivoco
Y me cuesta superarlo, me cuesta dejar de oír lo que mi sexto sentido insiste en repetir
Me enfurece que todo siga como antes y que nada sea igual
Que hay mujeres con hambre y miradas sin descansar
Que hay discursos bonitos y nada qué decir
Que los adornos son sólo eso e ilusionan sin medir consecuencias
Me enfurece retomar este vicio
Y me enamora escribir
Es bello encontrar viejos escritos, viejas creaciones que de manera instantánea, respaldan y potencian un momento, que pasa a trascender en la obra creativa de alguien. Esa obra tuya, déjame decirte, es tremenda y siempre te lo diré: Que honesta, potente, fulminante y preciosa escritura tuya, Habibti.
Un Beso.
Víc